(Español: Tarragona, tarragón, dragoncillo; Portugués: Estragão, Estragão-francês; Inglés: tarragon; Francés: estragon, herbe dragonne; Italiano: dragoncello, assenzio, estragone)
No, no se trata de un cuento de hagas, ni de Harry Potter, ni nada por el estilo…
En este caso queremos hablarles de una hierba aromática cuyo nombre al parecer se deriva de una creencia o historia medieval, en la que se decía que con el estragón se curaban las heridas generadas por dragones y serpientes. Dicho nombre es dracunculus, el cual literalmente significa en griego antiguo “pequeño dragón”.
El nombre completo de esta hierba aromática es Artemisia dracunculus y forma parte de las Asteráceas, una de las familias de plantas con mayor riqueza y diversidad biológica, la cual está conformada por más de 23.000 especies de plantas con flor (Angiospermas).
Podemos identificar una planta de estragón por sus características hojas de color verde oscuro, y de formas alargadas, aplanadas, estrechas y suaves. Su aroma es delicado pero a la vez se hace presente, tiene notas bastante frescas y dulces, recuerdan al hinojo, al anís y me atrevería a decir que su aroma se me asemeja al de la manzanilla.
Se piensa que el estragón se originó en Asia occidental, probablemente en Siberia y que luego fue extendida hacia Europa en la Edad Media, en donde las cultivaban inicialmente en monasterios. Actualmente abarca otras zonas templadas del continente asiático, europeo, africano y americano. ¿Y ustedes han visto cultivos de estragón en sus países?
Aun cuando estamos acostumbrados a ver y a emplear las versiones frescas y secas de muchas de las hierbas aromáticas, en el caso del estragón en general son preferidas sus hojas frescas y en todo su esplendor, porque desprenden todo su encanto en aroma y sabor. A diferencia de las hojas secas de esta hierba, las cuales han perdido muchas de sus propiedades organolépticas. Sin embargo, es en esta segunda presentación que la encontramos frecuentemente en el mercado.
El aroma del estragón se debe principalmente a un compuesto fenólico denominado estragol, que se encuentran en el aceite esencial de esta hierba en un 80 %. Dicho componente también forma parte del complejo aroma del anís dulce y de la albahaca. Este se ubica en unas bolsitas de aceite que se encuentran a todo lo largo de las venas de las hojas del estragón. Dicho compuesto es un pariente químico del anetol, responsable del aroma del anís, por lo que esta hierba tiene un fuerte aroma anisado.
Existen principalmente dos variedades de estragón en el mundo, la “francesa” (o alemana en algunos países) y la “rusa”. De estas la primera es la más aromática y dulce, la segunda tiene menos aceites esenciales y su sabor es menos agradable y un tanto astringente o amargo. En la rusa predomina el sabineno (50%) que también se encuentra en las pimientas.
¿Y qué comidas o platillos podemos preparar con estragón?
Para describirles algunos de los usos que podemos darle a esta hierba aromática emplearé una frase que me gustó mucho, “el estragón es especialmente adecuado para comidas ligeramente saborizadas”.
El estragón es uno de los ingredientes preferidos dentro de la salsa bearnesa, mayonesas, tártara y la salsa de mostaza, entre otras. En general va perfecto en todas aquellas salsas hechas a base de emulsiones. Combina muy bien con carnes blancas como la del pollo, pescados, así como con huevos y champiñones. Esta hierba es muy apreciada en Francia en donde de hecho es agregada a la mezcla de hierbas de Provenza, a la mezcla de finas hierbas y en el bouquet garnie.
Se emplean en conservas que llevan mostaza, pepinillos o vinagre. Incluso se pueden preparar vinagres aromatizados con unas cuantas hojas de estragón para usarlo como aderezo de ensaladas, en especial con vinagre de vino blanco. Y aunque no lo crean el estragón también ha sido agregado en vodkas y otras bebidas alcohólicas.
El estragón al igual que muchas de las hierbas aromáticas de las cuales les hemos hablado aquí en Cilantro pero no tanto, posee muchas propiedades que son beneficiosas para nuestra salud. Es una fuente de vitamina C, contiene sustancias analgésicas, ácido salicílico y cumarina, por lo que es empleado como antiinflamatorio y antibiótico natural. Favorece la digestión, es carminativo y también es considerado beneficioso para el hígado, para depurar la vesicular biliar y para evitar piedras en la vesícula.
Ahora bien, no debemos usar a esta hierba aromática en exceso porque puede tener efecto carcinógeno dado la presencia del estragol. Por lo tanto, aplica perfectamente la frase “es bueno el estragón pero no tanto”…
¿Y ustedes han cocinado con estragón? ¿Cuáles platillos nos recomendarían hacer?
Nosotros nos lanzamos a preparar una Salsa Bearnesa según la receta de la Escuela Cordon Bleu de Paris y nos quedó deliciosa!!!
Referencias
– McGee, H. La cocina y los alimentos. Enciclopedia de la ciencia y la cultura de la comida. Sexta edición, Barcelona, Editorial Debate, 2011. 941p. (Traducción de Juan Manuel Ibeas).
– Green, A. Cocine con hierbas aromáticas y especias. Editorial Bonvivant, Ediciones Robinbook, Barcelona, 2011. 318pp. (Traducción de Eva Nieto Silva).
– Artemisia dracunculus, disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Artemisia_dracunculus
– Propiedades alimentarias del estragón, disponible en: http://www.botanical-online.com/estragon.htm
– Propiedades del estragón, disponible en: http://www.botanical-online.com/estragon_propiedades.htm
– Qué es el estragón, disponible en: https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/que-es-el-estragon
– Tarragon (Artemisia dracunculus L.), disponible en:
http://gernot-katzers-spice-pages.com/engl/Arte_dra.html
– Toxicidad del estragol, disponible en: http://www.botanical-online.com/estragon_toxicidad.htm
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