Las especias me persiguen por New York.


Escapar del aroma y sabor de las especias es prácticamente imposible. Donde quiera que vayas ellas te acompañan y llenan tu recorrido de experiencias sensoriales inolvidables y despiertan tu deseo de probar y descubrir siempre más.

En este mes de mayo lluvioso y gris, aterricé (Luisa) en New York para realizar un curso de fotografía alimentaria y estilismo con BETH KIRBY. Beth es una persona fascinante y talentosa cuya filosofía de vida se resume en la frase que identifica su blog Local Milk: The art of slow living (El arte de vivir lentamente). Gracias a esta experiencia, encontré la excusa perfecta para perseguir especias nuevas y sabores inesperados.

 

Antes de sumergirme en la fotografía, hice una parada en EATALY, un lugar paradisíaco para los amantes de la comida, los libros y accesorios de cocina y el buen comer. Allí me perdí entre la variedad infinita de especias y pude comprar un delicioso curri de Madrás que me hacía falta y comí unos deliciosos raviolis rellenos de ricota y espinaca con limón, parmesano y pistachos.

El curso se realizó en la sede de SUNDAY SUPPERS, un lugar maravilloso y que ellos describen como una comunidad de comida y diseño, badasa en South Williamsburg Brooklyn y enfocada en la comida estacional y la vida simple y pensativa.

Este loft ubicado en una zona industrial y lleno de una luz impresionante e ideal para la fotografía, nos recibió cálidamente y las anfitrionas nos consintieron sin límite, para hacer de esta jornada, una experiencia única.

Nos recibieron con una torta de banana y  chocolate oscuro, especiada con vainilla y canela y rociada con hojuelas de sal de Chipre, cuya receta forma parte del nuevo libro de recetas SIMPLE FARE  de Karen Mordecai (creadora de Sunday Suppers) y del cual tuve la suerte de traer un ejemplar.

Las hojuelas de sal de Chipre resultaron un descubrimiento delicioso en combinación con el dulce de la torta, resaltando el sabor del chocolate oscuro.

Para el momento del almuerzo fuimos servidos con una ensalada de farro, rábanos, zanahorias moradas y naranjas rostizadas, huevo, parmesano, aceite de aguacate, yogourt griego, almendras y sumac.

Imagínense que Karen Mordecai también ha creado su propia línea de especias y condimentos llamada ILA y les puedo decir que son de primera calidad y delicado diseño.

En resumen mis queridos, donde quiera que vayamos y aunque nos pasemos las pocas horas de visita a un lugar dentro de un mismo ambiente, las especias nos persiguen (muchas veces nosotros a ellas) y nos encuentran para salpicar nuestra visita de sabor y color. Que rico es viajar, aprender, conocer gente nueva y comer, comer, comer…

Cuéntennos si les ha pasado algo parecido, un viaje en donde, sin quererlo se han cruzado sin parar con las especias o sabores inesperados!

 

 

 

2 comentarios en “Las especias me persiguen por New York.

  1. Luisa, Adriana, sus posts los disfruto mucho normalmente, pero esté me llegó al corazón por el hecho de ser algo con lo que estoy francamente comprometida: la fotografía gastronómica.

    Luisa, ese viaje es el sueño de todos nosotros y no concibo otra ciudad tan maravillosa para realizarlo. Un curso, así como lo describes, es lo que yo quisiera ofrecer aquí en Venezuela, quizás algún día cuando toda esta pesadilla que nos está ocurriendo acabe, pueda hacerlo y hacer que la gente se sienta como tu te has sentido. Gracias por compartir tu viaje, tus especias, tus experiencias y tus fotos. Me has alegrado la semana.

    Un abrazo!

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    • Querida Maru, ojalá puedas en algún momento hacer un workshop como este y replicar la experiencia en Venezuela, con tu estilo particular. Ojalá pudiese acompañarte y hacer algo juntas y ojalá Venezuela vuelva a ser pronto ese país soñado, en dónde la calidad humana y profesional tienen cabida y lo bello y lo sublime sean lo primordial. Un beso grande y me encantaría conocerte y compartir contigo pronto. Luisa

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